jueves, 29 de noviembre de 2012

de dragones con muchas colas


 “tú no preguntes Julia, tú ve y te va a gustar” me dijo Irene un día, y así fue como comenzó todo.


Hace casi dos años mí gula incontrolable por probar de todo hizo que yo cayera en un curso raro de una cosa que mejor ni les escribo porque lo van a gugulear y no sé que les salga y mejor no los espanto. La cosa es que ese fue el inicio de un largo camino que empezó en mi amado San Cristóbal de las Casas y que originó que ahora hasta esté estudiando una segunda carrera.

Hoy sentí ganas de escribir sobre eso porque antes del medio día ya llevaba yo dos hiperberrinches de mi jefe. De esas veces en las que hasta me hace preguntas obvias para que yo entienda que soy una mensa tarada de lo peor jajajajaja, y ahí es cuando pasa lo bueno; cuando de pronto entre tanto berrinche, tanto enojo y tanto pedo: me da ternura. Y ojo, no dije lástima, no mamen. Me da ternura verlo pelear solo, ver cómo se engancha y mirarme en él, ver cómo era yo antes y cómo sigo siendo -afortunadamente ya con menor frecuencia- porque de que sigo siendo pedera lo sigo siendo, eso, mis berrinches y muchas otras cosas más, son mis dragones que siempre van a estar conmigo acompañándome, eso que ni qué,  pero ahora los alimento de otra forma y cada vez menos sacan fuego y queman medio paisaje.

Ahora me encuentro sentada en las gradas sólo observando, viendo a mucha gente armando toda una guerra con tal de autoafirmarse, con tal de seguir avalando esa construcción de lo que piensan que son y de lo que deben seguir siendo, veo y me veo en constantes saboteos por el ego, miro y me miro, y generalmente me agobio por mirarme tanto, porque me juzgo, porque la frase de “me conozco y me quiero como soy” está más prostituida que los saludos ensayados, y llegar a conocerse es en verdad un camino tan difícil…

Y es que como bien dijo Gerardo, cuando logras ver esto, lo mirado se vuelve una  piedrita en el zapato, podemos ignorarla pero siempre nos va a recordar que ahí está.

Quería ilustrar con la imagen de algún dragón pero todas me parecieron mamonas menos esta. 
Se llama "¿Por qué se extinguieron los dragones?" jajaja

jueves, 7 de junio de 2012

no.


No voy a decir nada. 
No diré nada porque no tengo la más mínima gana de escuchar los sabios consejos, comentarios y apoyo que me tengan/quieran dar. 
De verdad paso. 
Sólo de imaginarme tener que escuchar “cómo debo de tomarlo” “qué debo de hacer” o “lo que va a pasar” se me revuelve el estómago. 
Por eso y porque no puedo escucharme diciéndolo, no diré nada. 
No.

lunes, 16 de abril de 2012

se me pasó.



No había querido escribir que por fin “se me pasó”. Primero por  que se lee bastante pretencioso y segundo porque no quería escribir una gran mentira y que además se quedara de recuerdo en mi blog.

Pero pues sí, ya fue.

El otro día tuve un sueño bien cabrón y me desperté. No creo que ese sueño tenga que ver totalmente con esto de que ya se me pasó, pero si tuvo algo de eso.

Resulta que con la yema de mis dedos me arrancaba algo parecido a la semilla de un mamey del pecho frente al espejo. No había sangre y el hueco quedaba ahí pero sabía que poco a poco la carne –mi carne- volvería a juntarse.

En fin…

Anoche me hice un caldo de pollo porque estoy bien pinche enferma de gripa *se queja como hombre gripiento* y no me agarró la chilladera de esqueantesnoshacíamoscaldosdepollocuandonosenfermabamos y bla bla bla. De hecho hasta esperaba que me diera la chilladera pero no, fue raro…  sólo desapareció.

Quizá mi “estar sola conmigo” y mi celibato funcionaron! Y ahora que lo pienso creo que cuando no era célibe hasta lo recordaba más (si si, fatal).

Y pues sí, se me pasó, ni pex, ahora tendré que chillar por el calentamiento global o algo así jajajajajajajaja

sábado, 31 de diciembre de 2011

2011

“De todo se aprende”. Esa frase no tenía mucho sentido para mi hasta hace poquito cuando a base de revolcones y varias caídas empecé a aprender. Y no fue por una onda propositiva de “ahora quiero aprender” simplemente los planetas se alinearon de alguna extraña manera en la que ya no pude hacer caso omiso de cosas tan evidentes como antes hacía.

Ahora no me quedó más que arremangarme y chingarle duro y tupido porque sobre la marcha de este 2011 me tuve que levantar un par de veces.

Lo más importante del año creo que fue que después de fuertes revolcones un día entendí muchas cosas. Y ahí fue donde empezó lo bueno, porque las lágrimas aparecieron en escena (no lloraba desde hace mucho tiempo). Y empecé a llorar al ver lo que antes no podía ver. Y parecía que lloraba por lo perdido, pero lloraba por ver todo lo que hice para perderlo… veía y lloraba, lloraba y aprendía, toda una escena comiquísima.

Y no me arrepiento de nada, porque aunque se escuche como frase de 3 pesos estoy segura de que ésta era la única forma en que las cosas podían pasar para que al fin viera lo que no había visto en tantos años.

Y pues a darle, porque hoy por hoy “no tengo nada” (trabajo,casa,ciudad,etc.) 
y -suelto una carcajada- estoy en el mejor lugar para reinventarme de nuevo.

A ver qué tanto me pasa en el 2012, seguro me llenaré de cosas porque hay tanto espacio vacío por ocupar…


Yo sí vivo en montaña rusa con esquina sillas voladoras.


viernes, 6 de mayo de 2011

a un año

Hace un año llegué sola a la terminal de mi actual “ciudad”. Llegué sin que nadie me invitara, sin conocer a nadie y sin haber estado nunca en este Estado.

Hoy me senté en una banca de la calle que hace un año se iluminó como a las 6 de la tarde (se pinta de dorado y la luz deslumbra) ahí sentada vi un atardecer igual que el de hace un año, caminé por el mismo sitio y sentí mucho gusto de estar.
Pensé en ir a los mismos lugares de hace un año, pero…
l@s niñ@s que conocí hace un año hoy están de puente…
las chicas que me prestaron su sillón para dormir esa noche se mudaron y ya no viven juntas…
la librería de Cris está cerrada porque acaba de ser mamá…
Y de pronto me di cuenta que “inconscientemente” yo era la única que estaba haciendo exactamente lo mismo de hace un año, buscando la misma cosa.

No sé cómo interpretarlo, pero espero que el próximo año cuando esta calle se ilumine yo ya haya encontrado eso sigo buscando…

martes, 29 de marzo de 2011

¿tú ves lo que no conoces?

Una vez me contaron la teoría de que cuando llegaron los grandes barcos españoles los indígenas no pudieron verlos. La razón fue básicamente la siguiente: un@ no ve lo que no conoce. Profundizando podría decir que no vemos lo que no nos hace sentido y en cuestiones prácticas y a modo de ejemplificarlo pregunto a quién no le ha pasado que alguien le dice: mira ese bicho y un@ no lo ve, hasta que hace un esfuerzo por enfocar al sitio que le señalan y cuando de pronto ve al bicho en cuestión y  su ojo-mente lo registra dice: oh! es verdad, de hecho no es uno! ahí hay otro y ahí y ahí y de pronto ves 10 bichos cuando antes no podías ver ni uno. A este fenómeno yo le llamo “entrenar el ojo” y lo escribo porque desde hace unos meses ando muy sensorial.

Creo que todos los sitios del mundo, por loco que parezca, tienen algo que ofrecer. Pero el sitio en el que me encuentro ahora (Chiapas) a mi me permite disfrutar de pequeñas cosas que en mi antigua locación (Estado de México) no apreciaba o al menos no con tanta facilidad.

Y resulta que desde que mi nuevo amor me llevo con su grupo de “observadores de aves” me cayó realmente el veinte de la existencia de estos animalitos. No les voy a platicar de las especies que vi porque además ni sé pronunciar sus nombres, pero si les diré que desde aquella mañana veo pájaros dónde antes no los veía y escucho sus sonidos que antes me parecían sólo una parte del alucine matutino de mi novio cuando a medio desayuno salía de puntitas al jardín para escuchar a la dendroica quién sabe qué. La cosa es que desde que los conocí más de cerca mis ojos ven colores que antes no veían y mis oídos en vez de escuchar los coches oyen un piiii (bahh! ni idea de cómo escribir el sonido) es más para que se den una idea yo había visto varias veces colibríes pero no me había dado cuenta de que hacen un sonido! Todo un descubrimiento para mí.

foto tomada por mi viejo (por aquello de los créditos)

foto tomada con mi cámara q es un poco chafa pero a que no habían visto a un colibrí en su nidito =)


 los tucanes hacen un sonido como el rechinido de una puerta

el verdadero pájaro loco a través de los binoculares

Esta experiencia me deja una sutil metáfora sobre no ver lo que no conoces y de cómo se abren canales cuando empiezas a conocer-conocerte… hay muchas cosas que ver, escuchar y sentir, sólo que algunas veces y sin querer no nos abrimos lo suficiente.

Ojala vayamos entrenando el ojo, los oídos y una que otra cosa más que no ve lo que tenemos enfrente.

jueves, 30 de diciembre de 2010

de reencuentros...

Ya lo presentía cuando el año pasado Tita se apareció en lo q yo llamaba “mi oficina”, llegó con su mirada firme y sus ojos temblorosos. Llegó para “hacer las paces” después de dos años de silencio. Yo me había ido de su lado porque lo necesité. Así de simple.
Después del reencuentro con Tita comenzaron a desfilar en mi vida muchos miembros importantes. Todos reencuentros. Recibí el año en un viaje maravilloso al lado de un hombre que siempre he querido. Mi amor platónico de los 17, por fin me/nos dimos la oportunidad de regresar a un lugar que 10 años atrás fue escenario de esos amores intensos que sólo se viven en la adolescencia. Extraño amar así.
En ese viaje, a solas, le grité al mar que ni una queja más. Que iba a dejar esa chamba de la que tanto me quejaba últimamente, que mi infelicidad no tenía precio y que el dinero y “el confort de lo conocido” no compensaban lo que me faltaba.
Después de hacer los arreglos necesarios y tomar mis sagradas vacaciones de semana santa redacté mi renuncia. Dormí por última vez en esa casa que quise tanto y llené mi coche al tope. Lo que no cupo se quedó. Bolo y yo nos fuimos.
Sin pensar mucho y con picazón en los pies inicié un nuevo proyecto en Chiapas. Hice lo que siempre quise hacer (laborablemente hablando) y me llené de satisfacciones. Aprendí mucho muchísisisisimo. Conocí a un grupo de niñas de 1 a 2 años que me enseñaron algo que a mis 27 desconocía: lo mejor que te puede pasar en este mundo es ser una niña.
Luego llegó la lección de los desapegos. Mi Bolo murió. Esas fueron sin duda las lágrimas más amargas del año. Cuando busqué la calidez familiar y fui a casa de mis papás a consolarme, llegó Karl y se lo llevó todo. Ahí viví la segunda lección de desapego. Claro que después de perder a Bolo ya no me dolió tanto tirar los restos de lo que fueron mis álbumes y mi colección de libros.
En general fue un año muy bueno, hasta Bolo me dejó algo: me dejó libertad. Me dejó sola para que me mueva mejor y más rápido, pero no hay un sólo día que no lo extrañe.
La gente del pasado siguió apareciendo… Igor, Diana, Ricardo, el otro Ricardo, Antonio, La flaca, Enrique, Sofía, el Sebas, etc, bueno, hasta el innombrable me mandó invitación del facebook, ja.
foto de un reencuentro
Algun@s l@s dejé de ver porque pasaron los años y simplemente caminamos en direcciones distintas. A otr@s porque en algún extraño momento, eligieron/elegimos irse. A tod@s l@s recibí con los brazos abiertos, siempre les dejo la puerta abierta para cuando decidan volver, porque con tod@s ell@s viví momentos buenos y de esos me acuerdo. Además, mi memoria cobardona y alérgica al dolor suprime las cosas tristes, así que a más de uno le dije: oye, ¿me cuentas por qué te alejaste? Es que yo ya no me acuerdo… Bueno, al innombrable no le pregunté nada, sólo lo acepté en fb pero ya no lo tengo. No sé qué pasó, seguramente vio alguna foto donde salgo alegre y eso lo “movió” y me eliminó jajaja
A las que volvieron, mis amigas, le agradezco a los laberintos de la vida que nos haya vuelto a juntar. Es mágico sentir esa confianza y esa comprensión que nos transmitimos cuando estamos juntas.
A los hombres que me buscaron: los quiero, mi corazón es muy grande! Si caben! Los quiero a todos! jajajajajajajaja
En fin, para mí este año ha sido el año de los desapegos y los reencuentros. Así de simple, así de fuerte. Me faltan un par de reencuentros, uno lo voy a propiciar (ya les contaré) y en el otro esperaré (también les contaré jaja) ambos casos son con mujeres. En el primero, es una prima, en el segundo, una hermana; para el segundo seguiré esperando porque “algo” me dice que necesitamos un poco más de tiempo.
Seguiré disfrutando de mi nuevo escenario y agradeciendo por todas esa personas que he conocido en mi actual pueblo y que ya forman parte de mis favoritas. Que chingón encontrar a Irene, Eric, Sara, Pilar, Esther, Claris, y a Julia ;)
Para este año había pensado en gritarle al mar: “ahora no me quiero mudar” pero no, mejor le gritaré “abrázame con tus olas”, a ver qué dice…
P.D. Y hablando de reencuentros, Bolo: ¿Cuándo nos volveremos a reencontrar? ¿En esta o en otra?
Bolo de bebé con ojos de linterna