martes, 29 de marzo de 2011

¿tú ves lo que no conoces?

Una vez me contaron la teoría de que cuando llegaron los grandes barcos españoles los indígenas no pudieron verlos. La razón fue básicamente la siguiente: un@ no ve lo que no conoce. Profundizando podría decir que no vemos lo que no nos hace sentido y en cuestiones prácticas y a modo de ejemplificarlo pregunto a quién no le ha pasado que alguien le dice: mira ese bicho y un@ no lo ve, hasta que hace un esfuerzo por enfocar al sitio que le señalan y cuando de pronto ve al bicho en cuestión y  su ojo-mente lo registra dice: oh! es verdad, de hecho no es uno! ahí hay otro y ahí y ahí y de pronto ves 10 bichos cuando antes no podías ver ni uno. A este fenómeno yo le llamo “entrenar el ojo” y lo escribo porque desde hace unos meses ando muy sensorial.

Creo que todos los sitios del mundo, por loco que parezca, tienen algo que ofrecer. Pero el sitio en el que me encuentro ahora (Chiapas) a mi me permite disfrutar de pequeñas cosas que en mi antigua locación (Estado de México) no apreciaba o al menos no con tanta facilidad.

Y resulta que desde que mi nuevo amor me llevo con su grupo de “observadores de aves” me cayó realmente el veinte de la existencia de estos animalitos. No les voy a platicar de las especies que vi porque además ni sé pronunciar sus nombres, pero si les diré que desde aquella mañana veo pájaros dónde antes no los veía y escucho sus sonidos que antes me parecían sólo una parte del alucine matutino de mi novio cuando a medio desayuno salía de puntitas al jardín para escuchar a la dendroica quién sabe qué. La cosa es que desde que los conocí más de cerca mis ojos ven colores que antes no veían y mis oídos en vez de escuchar los coches oyen un piiii (bahh! ni idea de cómo escribir el sonido) es más para que se den una idea yo había visto varias veces colibríes pero no me había dado cuenta de que hacen un sonido! Todo un descubrimiento para mí.

foto tomada por mi viejo (por aquello de los créditos)

foto tomada con mi cámara q es un poco chafa pero a que no habían visto a un colibrí en su nidito =)


 los tucanes hacen un sonido como el rechinido de una puerta

el verdadero pájaro loco a través de los binoculares

Esta experiencia me deja una sutil metáfora sobre no ver lo que no conoces y de cómo se abren canales cuando empiezas a conocer-conocerte… hay muchas cosas que ver, escuchar y sentir, sólo que algunas veces y sin querer no nos abrimos lo suficiente.

Ojala vayamos entrenando el ojo, los oídos y una que otra cosa más que no ve lo que tenemos enfrente.